En el pueblo de Sampués, Sucre, este grupo de jugadores nos cuenta cómo usan el fútbol para luchar contra la discriminación y estigmatización de la comunidad LGBTQI. "Nos llamaban en la calle por ser gay. Ahora nos señalan y dicen 'mira esos campeones'".
Durante años se abstuvieron de practicar el deporte que amaban desde que eran niños. No eran bienvenidos en el campo y fueron excluidos cuando lo intentaron de todos modos. Hasta que un día decidieron tomar cartas en el asunto e iniciar la primera liga de Fútbol LGBTQI en Sucre. Si bien el deporte es una de las áreas principales donde las “normas” de género se materializan, la preferencia sexual no tiene absolutamente nada que ver con la excelencia atlética. Pero para romper esas normas, se requiere valentía y fuerza. Y eso es exactamente lo que hicieron. Y mientras su batalla se desarrolla en la cancha, las victorias trascienden a la sociedad en general. Toda la comunidad de Sampués ha aceptado a este grupo de luchadores y la discriminación no solo ha disminuido en la cancha, sino también en la calle, en el piso de trabajo y en sus hogares.
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